domingo, 8 de mayo de 2011

El primer RUTON de la Temporada, EL VADO

En esta ocasión, voy a ser yo “El Edu”, el nuevo acompañante de rutas de Peñita, el encargado de contaros la ruta, en esta ocasión nos hemos ido hasta la presa del Ponton de la Oliva, en la provincia de Madrid, donde nos acompañaran mi tío Rufo y Ramon, vamos a hacer una ruta que para nosotros es habitual, pero para Peñita, es una nueva prueba, pues le esperan 98 Km y 2500 metros de desnivel.

La ruta comienza a las 7 de la mañana en la puerta de Peñita y como de costumbre, Peñita no defrauda y se deja la mitad de las cosas, lo que hace que salgamos un poco tarde y por lo tanto llegamos con retraso al aparcamiento, donde nos esperan Rufo y Ramon, casi preparados, así que no perdemos tiempo y nos calzamos las zapatillas y sacamos las bicis, que por cierto en esta ocasión será su Trek la que le acompañe, pues se trata de una ruta pistera.

Ya muy cerca de las 9 de la mañana nos montamos en las bicis y empezamos a rodar, y aunque empezamos bajando, pronto se nos acaba y empezamos a subir pequeñas rampas, que nos acercaran poco a poco a la única trialera del día, donde Peñita decide quedarse detrás mia, pues con la rígida no se baja igual que con la bestia parda que gasta el amigo.

Pocos minutos después, llegamos a una pista en el mismo orden que salimos es decir, Edu, Peñita, Rufo y Ramon, que llega diciendo que nada más empezar la bajada decidió bajarse de cabeza de la misma, pero bueno eso son cosas que pasan.

Tras unos minutos de risas, meadas y esas cosas, nos ponemos pedales al asunto y comenzamos a rodar, pero ya nada de bajar, empezamos a subir (pero subidas de las que no cuentan e Peñita) hacia el pueblo de Alpedrete de la Sierra donde en esta ocasión no paramos a tomar café en el Bar de Arsenio, donde después de mirar las fotos de las paredes, podemos observar que Rufo y otro amigo común (Juanjo) llevan muuuchos años pasando por allí, pues casi en todas las fotos aparecen ellos, ya sea andando o en sus bicis.

Tras unos cuanto kilómetros rodando para arriba y para abajo, y unas bonitas vistas

Empezamos la primera de las subidas, pero antes de seguir creo que os voy a comentar que para nosotros subidas son aquellas que tienen al menos 5 km y un buen desnivel, de eso dio buena cuenta Peñita, pues antes de llegar a esta primera subida, el acumulado que le marcaba el reloj, era de casi 500 metros. Esta primera subida es tendida pero larga será la más sencilla de las que nos esperan, y en ella ya empezamos a coger cada uno nuestro lugar y por supuesto el mío es el último, lugar que ocupo con orgullo cada vez que comienzan las subidas.

Las vistas impresionantes se suceden y para muestra las fotos que os pongo a continuación:

Después de las subidas claro está, llegan las bajadas, son bajadas muy rápidas en pistas que parecen autovías, que que claro se acaban rápido y para no defraudar, luego toca volver a subir, esta es un poco más larga pero tampoco será la dura del día. Tras poco más de 40 km, llegamos a una de los puntos más bonitos de la ruta, la presa del Vado.

Que después de las lluvias de este invierno, tiene una de las compuertas superiores abierta

Señal inequívoca de que se encuentra hasta arriba, como se ve en la siguiente foto:

Esperemos que algún día podamos ver nuestro pantano en estas condiciones, y mientras esto ocurre, aprovechamos este punto para comer algo y porque no, descansar que el día es largo.

Aquí nos encontramos con unos todo terrenos que están de ruta, y nos han adelantado hace poco en el final de la bajada previa al pantano, bueno nos han adelantado al final a Rufo y a mí, porque Ramon y Peñita se han quedado atrás, algo le pasa a Peñita con esta bici, pues subir sube, pero hoy no es el de siempre bajando, y es que las suspensiones se notan, tras unos minutos de charla con ellos, y después de que nos mirasen como si fuésemos bichos raros (a lo mejor es porque nuestra ruta por la zona es más larga que la suya), antes de irnos aún tenemos que ver como una mujer alemana, prefiere quedarse sola en la presa antes de adentrarse por las cómodas pistas que van desde la presa hasta los pueblos abandonados y todo porque el conductor en novel, en fin si alguien lo entiende que me lo cuente.

Bueno y después de este paréntesis, pongamos pedales en polvorosa, que aquí hemos venido a montar en bici y no de cháchara, ahora nos espera una subida que tendrá descanso tras

Pocos kilómetros, para coger agua y volver a comer, y porque no seguir riéndonos un poco, en esta ocasión lo haremos en un pequeño pueblo abandonado, llamado La Vereda, aquí podemos ver un momento de esta parada, de la cual prefiero no hacer comentarios sobre Peñita, jajajaja.

Bueno, bueno tampoco nos pasemos descansando que aún nos queda ceca de la mitad, y lo bueno no ha empezado, ahora llega lo mejor, pues esta subida que hemos dejado a medias es la más larga del día, es tendida pero muuuuy larga, son cerca de 12 km que nos llevaran de los poco más de 1050 metros de altitud hasta los casi 1600. En esta subida se ve que esta gente está fuerte, siguen dejándome atrás, pero no pasa nada, este es mi lugar y es donde mejor me encuentro, rodando a mi bola y a mi ritmo, el cual me permite estar sentado en la bici las horas que sean necesarias.

Y después de esta subida, aquí están mis colegas Ramon y Peñita esperándonos a Rufo y a mi

Rufo se resiste al posado para las fotos, solo es posible captarle si le robamos el instante

Donde además se aprecia quien llega el último casi siempre.

Aquí pararemos poco, pues como el último es quien dice cuando se empieza, y yo voy de sobrado por la vida, arreando que es gerundio y a por la última subida, que aunque corta es la más dura del día.

Previamente descenderemos a toda velocidad por las pistas

Aquí por lo menos no quedo atrás, y es que el consuelo que me queda.

Pero lo bueno se acaba pronto y empieza la subida al collado de las Palomas, esta subida es cortita, creo que no llega a los 5 km, pero tiene 2 rampas de las que te hacen sudar, y donde Rufo haciendo honor a uno de nuestros mejores amigos tanto en ruta como en la vida, se baja diciendo que a esa velocidad le cunde más andado, y es que en estas rampas apenas pasamos los 4 km/h, en mitad de esta subida se encuentra una de las pocas fuentes de agua naturales que tenemos todo el año, pues esta ruta en época de verano es muy seca, esta pequeña para de Rufo, nos reagrupa y terminamos de subir juntos, por supuesto Ramon y Peñita ya están arriba, pero Peñita ya se va distanciando un poco, los kilometros y el cansancio se hacen notar.

Aquí podremos ver otras vistas de escándalo y comer por última vez.

Ahora viene lo bueno, ya hemos terminado de “subir”, nos esperan 16Km de bajadas a toda pastilla, aquí no hay tiempo para fotos, hay que rodar, y rodar hasta la presa de la Parra, un lugar precioso que ya os enseño en una ruta anterior Peñita, y que por más veces que pases, siempre merece la pena ver.

La ruta está acabándose, pero aun tendremos que llanear por las pistas del cana unos cuantos kilometros, aquí no me quedo el ultimo yo, parece mentira pero llaneando no voy mal, y es Rufo quien se queda atrás, es raro pues llaneando el jodio no veais como va, más tarde le pregunte el motivo, y era que no le apetecía rodar más rápido, “estoy hasta los cojones de dar pedales” me dijo, jajaja.

Y como no después de los llanos y para despedir el día, hay que subir una pequeña rampa, de las que no cuentan.

Como es el final y ya da igual, decido darles una pasada a Ramon y Peñita, y como no se pican conmigo, al poco me pasan como una exhalación (esta gente no aguantan una broma), pero lo sorprendente es que en cabeza viene Rufo, que ya le apetece dar pedales al capullo, y recupera terreno, vamos en definitiva, que para una subida que llegaba el primero, van y me la joden, serán Ca …..

Ahora sí, solo nos queda bajar por carretera hasta el aparcamiento, la ruta se acabó, han sido 7 horas y 15 minutos de pedales, y 98Km, y que mejor para terminar una ruta, que un buen bocata y un par de jarrones de cerveza de esa que tanto nos gusta.

En resumen ha sido un día de rodar con buen tiempo (termine con los hombros abrasados) a pesar del chaparrón de ayer, y menos mal que Goyito no vino, pese a que lo intentamos engañar, creo que te habrías acordado de mí, pero no te preocupes que ya te llevare, para que sufras.

Lo peor, es que es domingo y ahora toca volver a Sacedon, darme una duchita y volver a los Madriles, pero bueno como se suele decir sarna con gusto no pica.

El amigo Peñita, al día después me dice que esta jodido, y es que últimamente no es el de siempre, HAZTE UNOS ANALISIS OSTIAS, que al final me da un susto en mitad de la nada.