miércoles, 9 de febrero de 2011

Menos Lobos, caperucita.

Ahí va mi primera entrada en el blog, con permiso de Kike y Peña, padres de la criatura.

Resulta que el Pico Lobo es el pico de 2275  metros, ahí es na, entre Guadalajara y Segovia. Los jodíos de los segovianos que tiene más espíritu emprendedor que los alcarreños han montado al lado del pico una estación de esquí. Y allí se fue el Francis a esquiar un rato. Kike y Peña que por algo son sus colegas se van a acompañarle y de paso aprovechan para subir al pico. A mi (que soy David) avisan por si me apunto. Y yo se lo digo a Marta, que es la chica que sale en las fotos (que ya se echaba en falta que saliesen chicas en el blog, que parecía un congreso gay). Y ahí empieza la historia.

Llegamos a la Pinilla contentos y felices, sobre todo Peña, que por el camino ha entablado amistad con unos lugareños vestidos de verde. Hace un día que te cagas. Y hala a subir pa'l monte.



Subimos a toda hostia, vete tú a saber por qué, adelantando a otros grupos de montañeros. Unos llevan raquetas, otros esquís de travesía. Nosotros, tipos duros, subimos  a pelo.

La subida va entre pinos y retamas hasta que se llega al cordal. El piso está nevado, y yo voy de resbalón en resbalón. Del cordal en adelante ni árboles ni nada. 

Una vez en el cordal las vistas molan más. En el lado de Guadalajara pistas de esquí no hay pero se ven más montañas. Hasta Peñalara se ve a lo lejos. E incluso las Torres de Madrid. Por el lado de Segovia sólo se llanura y más llanura.

Llegamos al pico enseguida, pasando algunos apurillos por el hielo. Como yo no llevo bastón, Peña me tiene que dejar el piolet para que no me desgracie.

En el pico galleticas, barritas y chocolate. Como está mandao. Además de nosotros hay unos esquiadores. Con el hielo que hay no dan ninguna envidia. Me pego otro resbalón gordo.

Para hacer la bajada circular nos desviamos a otro picacho. Las vistas son mejores pero bajada directa no hay. Bueno, haberla sí que hay, pero está complicadillo el tema. Nos acojonamos un poquillo y tiramos por la vía fácil, rodeando un risco.
 
En la bajada Peña nos enseña técnicas de para con piolet. La técnica consiste principalmente en tirarte al suelo, resbalarte y que se meta la nieve entre la camiseta y el pantalón. Una putada.

La bajada va directa hacia las pistas de esquí. Hay poca nieve y mucho loco suelto. Kike y Peña prueban el descenso en trineo sin trineo. Marta que es muy respetuosa con los esquiadores se sale de la pista. Yo me conformo con que no me atropelle ningún esquiador. Las pistas de la Pinilla no están mal para venir algún día. 

Llegamos finalmente a la estación. Peña y Kike se quedan tomando una cerveza con Francis y nosotros nos vamos a nuestro pueblo, que mi madre tiene preparada una paella !!

A cuidarse y hasta la próxima.